domingo, 3 de junio de 2012

Evaluación externa: PISA


Uno de los objetivo de las evaluaciones externas es conocer la situación educativa de un determinado contexto territorial y con ello el estado de las instituciones, los educadores o los mismos estudiantes de acuerdo con unos contenidos evaluados. A su vez, conocer esta situación se convierte en un insumo, no el único, para tomar decisiones sobre los estudiantes, los docentes, las instituciones y en general de los sistemas educativos. Frente a ello cabe la pregunta, ¿es posible que una prueba externa pueda captura de manera eficaz y ética el estado de las situaciones educativas?; sin embargo, no hay una respuesta única y directa para el anterior interrogante, pues depende del tipo de pruebas, de las formas en las que se formulan y de los marcos de referencia desde donde se plantean.

En relación con las evaluaciones externas está PISA[1], una prueba internacional dirigida a jóvenes de 15 años[2] cuyo objeto valorar las competencias que ellos poseen al enfrentarse a diversos tipos de situaciones, inclusive las TIC, haciendo uso de los saberes provenientes de las ciencias el lenguaje y las matemáticas. Específicamente, en matemáticas PISA valora la capacidad que tiene un individuo de identificar y comprender el papel que estas desempeñan en el mundo, emitir juicios bien fundados y utilizar e implicarse en las matemáticas de una manera que satisfaga sus necesidades vitales como un ciudadano constructivo, comprometido y reflexivo (OCDE, 2006).

Una condición que, desde sus referentes teóricos, distingue a PISA es su interés por saber si los estudiantes pueden usar lo que han aprendido en la escuela y aplicar ese conocimiento en situaciones y problemas de la vida real; en lugar de valorar los contenidos tal cual fueron aprendidos. Para ello, organizan la prueba en torno a tres aspectos relacionados con los saberes, los contextos y las capacidades para desenvolverse en dichos contextos.

Los campos de conocimiento en matemáticas por los que indaga PISA son: Cantidad, Espacio y forma, Cambios y relaciones, e Incertidumbre, campos que están en diversas actividades, en varios contextos. A su vez los contextos en los que se proponen las preguntas donde se presentan situaciones personales, las educativas y ocupacionales, las públicas y las científicas, por lo  que se espera que los desempeños de los estudiantes no se restringa a la reproducción de procedimientos aprendidos en las clases de matemáticas, sino que, al ser competentes, ellos puedan desempeñarse de manera eficaz en contextos nuevos y retadores. Además , PISA contempla capacidades en matemáticas que son de suma importancia para desenvolverse como ciudadano, estos son: Pensamiento y razonamiento, Argumentación, Comunicación, Construcción de modelos, Planteamiento y solución de problemas, Representación, Utilización de operaciones y lenguaje técnico, formal y simbólico, Empleo de material y herramientas de apoyo. Estas capacidades son valoradas, de acuerdo con el nivel de desarrollo de estas capacidades por medio de grupos de preguntas correspondientes a grupo de capacidades. En este caso hay tres grupos de capacidades: de reproducción, de conexión, de reflexión. Esto significa que de acuerdo con el desempeño de los estudiantes estos serán capaces de mostrar un determinado desarrollo en el grupo de capacidades mostradas (OCDE, 2006).

PISA también ofrece los niveles en los que son valorados los desempeños de los estudiantes Estos seis niveles muestran los posibles desempeños que pueden obtener desde los más básicos de reproducción de conceptos o procedimientos, hasta los más avanzados en la medida que muestran desempeños relacionados con la interpretación de información más compleja, con el uso lógico y creativo de procedimientos complejos.

Ahora bien, al margen de las características de la prueba es necesario reflexionar sobre las implicaciones que tienen sus resultados sobre los sistemas educativos y las mismas instituciones educativas junto con sus docentes.  Los resultados obtenidos en Colombia, en la última aplicación de la prueba (2009), no muestran un panorama muy alentador para la educación, con 71% de los evaluados en matemáticas ubicados en el primer nivel y por debajo de este; lo que significa, en palabras de ICFES[3], insuficiente para acceder a estudios superiores y para las actividades que exige la vida diaria en la sociedad del conocimiento.

PISA también son clasifica como país y nos dice que estamos por encima de Perú y Panamá, así como por debajo de Uruguay, Chile, México y Argentina; y muy similares a Brasil. PISA muestra que nuestro promedio en matemáticas esta muy por debajo del promedio de Shanghái (219 puntos por de bajo), que es el país con los mejores resultados.

Pero, ¿qué hacer con estos resultados?, confiamos en su certeza e intentamos cambiar el sistema educativo, o simplemente responsabilizamos a los docentes, estudiantes e instituciones educativas, por los bajos resultados y entonces intervenimos ese nivel del sistema. O por el contrario hacemos caso omiso de estos resultados argumentando que es una prueba internacional que no comprende nuestro entorno cultural y por tanto no podrá hacer una valoración objetiva de nuestra calidad educativa.

Referencias

OCDE. (2006). PISA 2006 Marco de la Evaluación. Conocimientos y Habilidades en Ciencias, Matemáticas y Lectura. España: Santillana Educación.







[1] Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes vinculado a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico
[2] Se seleccionan grupos representativos de cada país, entre los grados 7° y 11°, que estén próximos a cumplir 16 años, pues estos estudiantes han cursado varios años y estarían, en teoría, próximos a terminar su escolaridad